Walter White en Breaking Bad, Tyler Durden en The Fight Club, Patrick Bateman en American Psycho. Siempre terminamos simpatizando y, se podría decir que, hasta justificando a esos «locos lindos» con brotes psicóticos que, desde su lugar en el mundo, tratan de combatir al sistema. Ingeniero y experto en ciberseguridad en la empresa AllSafe, hacker y adicto a la morfina con trastorno de identidad disociativo, así es Elliot Alderson (Rami Malek) nuestro querido protagonista de la serie Mr Robot. La historia comienza cuando el grupo FSociety, activistas a favor de la libertad de expresión y en contra de las grandes empresas multinacionales (una suerte de Anonymous nuestro), lo “recluta” a través de un singular y psicótico sujeto que se hace llamar Mr Robot (Christian Slater) para llevar a cabo una operación que intentará derribar al imperio corporativo de “EvilCorp”.
Como la serie en su narrativa es tan única y hoy me agarraron de buen humor, no voy a spoilear nada, sino que voy a tratar de plantear la genialidad de Mr Robot desde el plano técnico.
Lo más singular de esta serie es el rompimiento de la “cuarta pared”, es decir, nosotros (los espectadores) somos un miembro activo en el desarrollo de la trama, somos presentados en un primer momento como el “amigo imaginario” de Elliot, quién nos va contando lo que va pasando dentro de su cabeza y hasta es capaz de reprocharnos en su momento por no haberle advertido lo sucedido (episodio 8, wh1ter0se) en un uso alucinante del plano subjetivo (si, todo así de jugado y genial). El realizador estrella de la serie, Sam Esmail, va en contra de las reglas no sólo fotográficamente, permitiendo que en los diálogos las miradas se salgan de escena y hasta a veces no se correspondan entre sí creando una suerte de confusión si se quiere para el espectador; si no también a través de los sonidos, los cuáles están sobrecargados y hasta exagerados (lo que además nos hace acordar mucho al genio de Darren Aronofsky).
El montaje es algo único, Eisenstein (el padre del montaje de atracciones) estaría orgulloso de esto, la enfermedad de Elliot es tratada con cortes, transiciones y elipsis que nos hace sentir que estamos dentro de su mente, nos hace entenderlo y hasta sufrir muchas veces con él.
Mr Robot, con sus giros argumentales, nos hace saltar de la silla, nos hace comernos las uñas, nos hace gritarle a la pantalla, pero está bueno entender a veces que las realizaciones audiovisuales no son sólo historias contadas a través de interacciones con personajes y listo, sino que, sin darnos cuenta, tiene una lógica seguida a través de la gente que está atrás de pantalla. Darle sólo crédito a las actuaciones de Rami Malek y Christian Slater (por más que son de otro planeta) sería sólo quedarnos con la punta del iceberg.
Así que, si no la viste, ¿qué estás esperando para ir corriendo a verla?, y si ya la viste, ¿qué hacés que no viste el tráiler de la tercera temporada?
Detalles de producción:
Sam Esmail, creador del show, es de origen egipcio, y comentó a la prensa que la serie está inspirada en la llamada “Primavera árabe” y en el espíritu revolucionario del pueblo egipcio. “Hoy día hay jóvenes expertos en tecnología que utilizan ese recurso para canalizar su furia por el status quo, y que tratan de generar un cambio para mejorar sus vidas. Para mí, eso es algo hermoso y fascinante a la vez, y es el vector sobre el cual quise hacer girar la serie. La trama está ubicada en el mundo de la tecnología, porque creo que es una herramienta que la gente joven puede utilizar para generar el cambio”.
Otro de los aspectos destacados de la serie es su gran cuota de realismo. Desde el principio, el equipo de producción estuvo interesado en encontrar un tono general que refleje de manera correcta cómo es el mundo hacker. Por ello hay abundantes referencias a códigos, procesos de hackeo, herramientas y lenguajes utilizados a diario en informática, y que provocó la aceptación de la serie en este entorno franqueando una importante barrera y sumando adeptos y no críticos. Uno de los ejemplos en ese sentido es el título de cada episodio, que alude a distintas “extensiones” de archivo: .mov, .mpeg, .mp4, .avi, etc.
