El found footage o documental falso, es un género del cine en donde la filmación se presenta como un objeto encontrado que ha sido grabado por terceras personas y que por casualidad es encontrado por alguien quien muestra su contenido. La grabación es vista en primera persona y generalmente se usan movimientos inestables, lo que le da mayor realismo a la filmación. Las películas filmadas bajo este concepto tienen desde el comienzo una ventaja: el espectador es parte del conflicto. Es un recurso muy utilizado por las películas de terror, porque hace que la trama se sienta más real y crea una inmediata cercanía.
La película moderna más representativa del found footage es Blair Witch Project, que para muchos espectadores ingenuos causó una gran conmoción y varios otros aplaudieron la idea. Luego les siguieron otras como Actividad paranormal, REC o Cloverfield e incluso series online como Marble Hornets.
En Encuentros Paranormales (Grave Encounters) en vez de comenzar de inmediato con la filmación usan una inteligente pero quizás poco creíble introducción donde aparece un «productor ejecutivo» que cuenta que le llegó por correo una grabación y aclara con una cara poco creíble que no ha sido alterada bajo ninguna perspectiva. Es decir, lo que se mostrará es completamente real. Y comienza la acción. La cinta que supuestamente encontraron, se trata de lo siguiente: un grupo de personas graba un reality show llamado Grave Encounters que se trata de pasar la noche en lugares embrujados e instalar cámaras en donde puedan ocurrir fenómenos paranormales. En esta oportunidad el lugar es un abandonado hospital psiquiátrico (¿acaso hay un mejor lugar para hacer una película de terror?) y mientras llega la noche para encerrarse en el hospital, recolectan testimonios de personas que trabajan ahí e incluso inventan testimonios, lo que le da un toque de humor y por qué no, de realidad también. Pero tan pronto como llega la noche y se encierran en el hospital psiquiátrico, las condiciones de su estadía cambian y pareciera ser que estuvieran perdidos en un laberinto.
Advertencia: el siguiente párrafo puede contener spoiler
El mérito de Grave Encounters es que responde a esas clásicas preguntas que se hacen los espectadores del cine de terror más aficionados, como ¿por qué no salen por la puerta? ¿Por qué no usan el teléfono? ¿Por qué no recurren a todas las ideas básicas de sobrevivencia? Bueno, acá lo hacen y llegan a un punto en que tuercen la trama y el mismo espectador empieza a confundirse. ¿Acaso son pacientes? ¿Están vivos o muertos? ¿Qué está pasando? Y en vez de mostrar fantasmas sobre-maquillados, llegan a soluciones inteligentes como cuando están en el túnel y aparece la niebla. Para quienes lo vieron, saben a qué me refiero.
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